miércoles, 26 de diciembre de 2018

Hola, soy Edu. ¡Feliz Navidad!.



- Sin abandonar la década de los noventa recordaremos a otro añorado personaje de Navidades pasadas. Se trata de aquel niño que en el calor de su hogar se dedicaba a llamar a todo el mundo para felicitar las pascuas con una frase que se hizo viral a partir de 1997: "Hola, soy Edu. ¡Feliz Navidad!.

Han pasado más de veinte Navidades y ha reaparecido en el mundo de la televisión, lógicamente, con unos años de más. Pero él no se llama Edu realmente. Su verdadero nombre es Enrique Espinosa y no hace mucho supimos que se había convertido en un joven emprendedor que centró sus esfuerzos en el campo del desarrollo web y marketing digital.

Aquel pequeño "Edu", con gafitas, pecas y pinta inocentona, nos presentaba un anuncio de telefonía de Airtel (hoy en día Vodafone) cuando casi nadie podía presumir de tener teléfono móvil. Por entonces tampoco existía Internet de la forma que hoy día conocemos, por lo que la viralidad del anuncio es aún más meritoria.
Todos tenían en boca las palabras que Edu pronunciaba. Ibas por la calle y oías a niños y no tan niños reproduciendo en tono bromista el "Hola, soy Edu. Feliz Navidad" como si de una canción de moda se tratase.

Enrique solamente pronunciaba esa frase una y otra vez llamando a todo el mundo para felicitar las Navidades, y así lo hizo en años posteriores, incluso representando a un coro multiplicado por sí mismo con el que se cantaba la dichosa frase a modo de villancico.

Claro está que aquella fama no perduraría por siempre, y Enrique Espinosa volvería a la normalidad. No obstante, el joven pelirrojo anunciaría otras marcas como Chupa Chups o el Diario Sport. Tampoco los profesionales de la televisión quisieron forzar su olvido, y es por ello que el dulce niño aparecería esporádicamente en algunos programas de cierto éxito para contarnos su exitosa aparición televisiva.

Pero no todo fue bueno para el pequeño actor. Él mismo llegó a reconocer que sufrió bullying, como también lo sufrirían otros niños de la época por llevar ese nombre ficticio que estaba en boca de muchos por aquellos años.

Han pasado muchas Navidades para que Enrique volviese a casa por Navidad, como el buen turrón. Pero esta vez no viene a desearnos una Feliz Navidad, ya que son otros los que reconocen su pasado éxito al abrirle la puerta de casa.
El joven empresario reaparece con un anuncio navideño de la marca automovilística Volkswagen, y en ella volvemos a verle ya maduro, algo pasado de kilos, pero acercándonos una nueva Navidad, la de 2018-19.

Como muchos estaréis deseando volver a ver al pequeño "Edu de la Navidad", he decidido recoger los dos principales anuncios que repartieron su fama, así como algún reportaje televisivo y su nuevo anuncio con Volkswagen. ¡Feliz Navidad!, a Edu, Enrique Espinosa y todos los lectores de Otrora.








miércoles, 19 de diciembre de 2018

El calvo de la lotería de Navidad.



- Una vez más se acerca la Navidad, y con ella el gran sorteo de lotería que tantos y tantos anuncios televisivos han anunciado a lo largo de las últimas décadas. Sin hacerle ascos al actual spot navideño que parodia la película de "Atrapado en el tiempo", vamos a recordar a un personaje que durante siete años representó a la mismísima suerte.

Muchos son los hombres que deben su popularidad a sus problemas de alopecia: Kojak, Bruce Willis, Constantino Romero, Pepe Viyuela, Jason Statham, Pitbull, William Shakespeare, Mijaíl Gorbachov... Hay para todos los gustos, pero una de las calvas que más recordamos, en especial por estas fechas, es la de Clive Arrindell, más conocido como "El Calvo de la Lotería de Navidad".

Clive Arrindell fue el "Calvo de la Lotería".

- No es conocido por ningún hito histórico, pero su popularidad subió como la espuma, tanto en su país como en España. Este londinense de casi setenta años de edad (12-10-1950) es actor, aunque no de los más conocidos en el cine británico, desde luego. Pocas son las películas en las que apareció este ser de aire misterioso y cuyo papel ha sido secundario en aquellas obras en las que trabajó.Su mayor éxito llegó cuando aterrizó en España. Él mismo reconoció que raparse la cabeza le hizo destacar por encima de otros actores que buscaban ofrecer suerte cada Navidad. De esta manera, en 1998 se presentó en público tras trabajar el spot publicitario desde el mes de noviembre. Su vida cambiaría repentinamente y la fama se colaría en su extraña carrera como actor. Ganó muy buenos momentos en sus idas y vueltas al sur del viejo continente, incluso llegó a echarse novia. Pero lo más importante, es que Clive se convirtió en una imagen más de las fechas navideñas españolas, casi tan popular como las marcas de turrones o los mismísimos Reyes Magos. Él no venía de Jijona ni de Oriente. Cada año aterrizaba en tierras españolas para rodar ese anuncio que tantos millones arrojaría entre los más afortunados participantes de la Lotería de Navidad. 

Cada uno tendrá su anuncio favorito, pero algunos optamos siempre por lo más nostálgico, así que yo me quedo con el primero, el cual salió en 1998. A partir de entonces, Arrindell siguió con su imagen como fortuna durante seis años más. 

Todos le bautizamos como "El Calvo de la Lotería de Navidad", ya que no era un rostro famoso de nuestro país. Por desgracia tampoco en el suyo. Muchos recordamos su imagen, con una figura espigada y con una calva completa y nítida. 
Su misteriosa imagen se hizo muy popular cada Navidad, pero a partir de 2005 acabaría su labor festiva. Clive desaparecería para siempre de nuestra pantalla y se buscaría la vida en el teatro, aunque no le fue bien. 

Cosas del destino, quien trataba de traer suerte vivió un cúmulo de infortunios desde que dejó de ser aquel calvo de la Navidad. El actor no volvería encontrar trabajo, pero lo peor sería la muerte de sus nonagenarios padres y la de sus sobrinos. 

Gafado por la suerte, Arrindell ha concedido varias entrevistas para los diferentes medios informativos de España, y en ellos reconoce que echa de menos aquellos buenos años como figura navideña en nuestro país. 

Como he dicho anteriormente, cada uno tendrá su versión favorita de las siete que ofreció el británico entre 1998 y 2005. Yo me he decantado por el anuncio más añejo, en el que Clive Arrindell apareció por primera vez con aquella canción de la película "Doctor Zhivago", a la cual estuvo unido hasta el final de su éxito. 


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