- Juuuuuuuuunior Cheiw , Juuuuuuuuuunior Cheiw... ¡ Tenía que ser Cheeeiw ! . Como para olvidarnos de esta canción , ¿ verdad ? . Muchos nos preguntaremos que habrá sido de esta clase de chicles con los que tantas muelas hemos picado , míticos donde los haya . Fresa , fresa ácida , cereza , menta , clorofila... incluso antes de desaparecer de nuestras vidas llegamos a ver sabores de manzana y regaliz , así , negritos ellos .
Menudos baños de azúcar nos dábamos con ellos , vaya globazos salían de nuestras bocas y cuántos de ellos hemos saboreado , además económicos , pues sólo valían cinco pesetas . Hogaño pedimos un Happydent y se nos queda cara de tontos a la hora de tener que soltar superior cantidad por unos chicles que que se te pierden en una muela , eso sí , estos ya son sin azúcar .
Lanzados por la empresa Damel en la década de los setenta , Cheiw llegó a nuestras vidas para endulzarnos el paladar hasta comicios de la década de los noventa . Los famosísimos tacotes de Cheiw , aquellos chicles-ladrillo , duros , duros , muy duros , que a base de masticar como posesos conseguíamos reblandecer la masa . El sabor era intenso , delicioso y un puro vicio , pero también es cierto que duraba menos que una ficha en los autos de choque .
Chicles Cheiw , el chicle de los setenta y ochenta . |
¡ Y mira que intentaron subsistir ! . cambiaron varias veces el diseño de aquellos envoltorios que si ahora los veo en directo me caería la lagrimilla . Los tacotes de Cheiw se convertían , como todos los chicles , en una masa blanda con la que posteriormente podías hacer toda clase de pillerías : pegárselo en el pelo a la creída de clase , en una prenda del típico colega chulín ( eso no salía ni a tijeretazos ) , o en el botón del timbre del portero de la típica vecina plasta . Incluso el gran Mac Gyver se valió de los útiles servicios de un Cheiw utilizándolo como enganche para amarrar el parachoques de su vehículo . ¡ Fíjate si se pegaban los Cheiw ! .
Entre las décadas de los setenta y ochenta dominaron el mercado de forma arrolladora . La afortunada marca de Damel debió hacer de oro por entonces , porque estas llamadas gomas de mascar se vendían como churros . ¡ Dame un Cheiw de fresa ácida ! , y ya se nos caía la baba sólo con verlos . Mis favoritos eran esos , bueno , esos y los de menta , pero es que el de fresa ácida tenía un sabor único , digamos que era mi preferido .
Luego estaban los de clorofila , cereza y fresa normal , nada de cosas raras como melón , sandía , piña , guacamole u otras cosas raras que vemos hoy en día . Estos eran sabores básicos , llenos de azúcar , pero básicos . los dentistas deben estar llorando aún la desaparición de unos chicles que tantos clientes les trajo a la consulta , incluso creo que éstos eran capaces de regalar chicles a los pacientes junto con una tarjeta de " vuelva otra vez " , pues los chicles Cheiw tenían una cantidad de azúcar impresionante .
Cheiw tenía pocos sabores , sólo innovaron hasta poco antes de su desaparición . |
- Hay quien asegura que algunos sabores de esta marca llevaban un toque de sabor canela , pero el caso es que gustaban en demasía . Júnior fue otra variante de esta marca de chicles que en nada cambiaba la historia , pues las ideas de competir en el mercado con otros serios aspirantes a quitarles el título de " Campeones de Muelas " fueron eclipsándolos hasta acabar con ellos .
Cheiw desapareció , que no Damel , pues un servidor regentaba hasta hace bien poco una tienda de golosinas y quedé estupefacto al ver que Damel seguía en pie . Traté de convertirme en una especie de entrenador de boxeadores acabados al puro estilo de Rocky y le pregunté al comercial si dentro de Damel continuaban existiendo los Cheiw , pero el vendedor esbozó una sonrisa que dejó clara la respuesta a mi estúpida e inocente pregunta... ¡ Españoles , Cheiw ha muerto ! . Así concluyó esta marca de chicles su glorioso reinado durante las décadas de los setenta y ochenta , se fueron sin decirnos nada , ni un triste adiós .
Y ya que no hay despedida por parte de nuestros chicles favoritos , vamos a conformarnos con reproducir el clásico anuncio que hacía honra a esta formidable marca . Dicho anuncio estaba dotado de profesionalidad y ritmo , y no es coña , pues la canción estaba interpretada por los muchachos de Parchís que , por si fuera poco , la letra de la canción corrió a cargo del cantante gallego Juan Pardo . ¡ Eso sí que era nivel ! .
Regresemos a nuestro lejano pasado para sacar una gran sonrisa con el nostálgico anuncio de los chicles Cheiw :
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